ENTENDIDO. Una revista gay en Venezuela [I]

Entre los años 1980 y 1983 se publicó en Caracas una revista cuyo público objetivo eran los hombres homosexuales, como diríamos coloquialmente, era una revista para gays. Fue la primera iniciativa editorial, cultural y política referida al tema.

A continuación les comparto mi experiencia tras la revisión y lectura de esta magnífica publicación.

Entendido nace en un contexto altamente represivo, con la ley de Vagos y Maleantes en feroz vigencia, con la idea de que la homosexualidad era un delito, cuando la clandestinidad y el anonimato eran los espacios de una inconfesable realidad. Se trata, entonces, de una iniciativa temeraria, que se convierte poco a poco en el espejo de un grupo social condenado al silencio.

Una de las cosas que me asombró y emocionó de esta publicación fue su profundo sentido político. En medio de condiciones tan adversas sus páginas rebosan de frases, ensayos, reflexiones e información que por un lado, a la luz de hoy, la convierten en una fuente histórica de indudable precisión y por otro, revelan una concepción de activismo integral, un activismo que tiene una propuesta constructiva integradora y no de un solo grupo.

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Impresa en un papel rústico, resistente, aún hoy aguanta los ataques del paso del tiempo, tal como lo hace el mensaje en ella contenido. Sus ejemplares originales pueden consultarse en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Venezuela. Es un ejercicio de autoreconocimiento necesario sentarse a revisar sus páginas, yo diría que es una revista que ofrece un panorama del estado de la comunidad gay tanto en Venezuela como en el mundo entero, buscando promover una consciencia organizativa con sensibilidad política y cultural, y además se asume en un contexto con altísimos niveles de rechazo, represión y desconocimiento sobre la materia homosexual, una experiencia editorial “underground” inédita en el país.

Sin duda, un aspecto que le da sustancia a esta revista es la variedad y originalidad de sus contenidos, lo actualizados que estaban sus editores sobre el acontecer gay mundial y las diversas organizaciones y expresiones culturales o políticas identificados con un incipiente “movimiento gay”. Debemos tener presente los años en los que circuló la revista, los inicios de la década de los 80, cuando en Norteamérica, específicamente en San Francisco, se daba un movimiento ya bastante consolidado que tenías espacios editoriales importantes, por ejemplo las publicaciones Blade y Sentinel, o la casa editora Gay Sunshine Press, que edita “… el primer libro que documenta la emergente consciencia guei en la literatura latinoamericana…”1 el cual es reseñado por la revista Entendido en un lamento por la ausencia de escritores venezolanos en tan importante obra.

Cómo era Entendido. La estructura de la revista

La revista tenía secciones bastante frecuentes que variaban ligeramente en atención a algún tema o decisión editorial. Había una sección denominada Guesisimas que contenía un subsección llamada Sabía Ud. en la que se presentaban notas actuales del acontecer del mundo gay tales como que para la fecha se habían realizado 10.000 cirugías de reasignación de sexo en EEUU. Así también, una sección dedicada a consejos sobre salud en donde ofrecían tips de urólogos, sexólogos y lugares a los que se podía asistir en busca de un tratamiento médico relacionado con la salud sexual u orientaciones psicológicas. Fueron sus páginas el espacio para la difusión y el conocimiento de muchos artistas, por ejemplo Marco Antonio Ettdegui, el fotógrafo Luis Alvarez, el cineasta Pedro Rojas, entre otros.

En la revista número 4 vemos una tabla de contenidos que atiende: Correo, Noticias, Investigación, Sociedad, Diálogo, Portafolio, Entrevista, Historia, Música, Encuestas, Clasificados, Centro de Venereología, Entendidos Recomiendan, Ficción y una última sección llamada Entendivo.

La revista evidencia una lucha comunicacional centrada en la defensa del derecho a decir y a revelar la existencia y realidad de la comunidad gay, reclamando el derecho a tener una voz y presencia mediática.

La propuesta de un grupo Entendido

Tempranamente los integrantes de este equipo editorial compuesto por Edgar Carrasco, Adán Lira, Luis Alvarez,Julio Vengoechea, Miguel Lorenzo, entre otros y cuya oficina operaba desde Los Chaguaramos (Mcipio Libertador. Caracas), inician su participación en importantes espacios internacionales de activismo, como por ejemplo, en la 2da conferencia de la International Gay Asociation (IGA)y ante las Naciones Unidas solicitando la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades de la OMS. Se ocuparon de visibilizar en sus páginas estas gestiones así como el apoyo a los refugiados gays de la reciente revolución en Irán y al Movimiento Griego de Liberación, demostrando su sintonía con el Fuori: movimiento italiano gay activo en Milán, y también con movimientos en Roma, Rusia, Brasil y Madrid.

El problema crítico y fundamental de la época era la represión y como resultado directo de este el silencio y la pasividad que se convertían en cómplices de atropellos; motivado por esta terrible situación, Edgar Carrasco – fundador, editor y asesor legal de la revista – plantea con insistencia la necesidad imperante de “trabajar una idea o estrategia general para repeler toda represión humillante…” en vista de que esa actitud pasiva de la comunidad víctima agravaba la situación, cosa que es perfectamente lógica. Reclamaba que “… asumir una actitud cobarde no nos conduce a nada positivo (…) nos hace víctimas en muchos casos de personas inescrupulosas que asumiendo el rol de policias, nos amenazan en intimidan” 2 La cita puede resultar insignificante pero tomemos siempre en cuenta el momento y la situación planteada. La imposibilidad de ser abiertamente gay violaba el derecho a ser uno mismo, a la libre expresión.

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la revista evidenció una necesidad común para un colectivo que aún no era consciente de su existencia: organización, reconocimiento, encuentro, reunión. Sin lugar a dudas, esta revista constituye el primer paso del activismo en Venezuela. Como parte de las estrategias de contacto que implementaron y de manera bien riesgosa, estaba el recibir las cartas de los lectores. Una de las tantas cartas que recibieron preguntaba por la realización de un primer encuentro gay a lo cual el grupo de editores contesta: “sentimos la necesidad de prepararnos y organizarnos mejor para poder llevar a cabo el primer encuentro guei. El movimiento venezolano esta aún en pañales, estamos comenzando a comunicarnos. Primer queremos llevar a cabo algunos pre-encuentros (charlas,, conferencias, fiestas) que allanen el camino”3 Había ya una necesidad planteada y a esta necesidad le seguía de cerca una propuesta muy clara y consecuente: No queremos la tolerancia. Queremos más bien re-educar a la sociedad para que de una vez por todas se de cuenta y comprenda que ellos son nosotros y nosotros somos ellos: somos todos”4

Era un espacio para compartir el mundo gay desde el cine, la literatura, la salud, las novedades editoriales, la fotografía, el arte. En algunos apartados se dedicaron a ofrecer recomendaciones sobre cómo manejar situaciones conflictivas generadas por la orientación sexual. En muchos casos comentarios completos y documentados , bien expuestos y con una economía admirable.

El castigo por ser marico

La represión fue una característica general de los gobiernos de la IV república. Acontecimientos como la masacre de Cantaura (1982) Yumare (1986), El Amparo (1988) El Caracazo (1989) fueron expresiones extremas de una política de estado terrorista y violatoria de los derechos humanos y la libre expresión social. Los homosexuales, las lesbianas, transgénero y transexuales eran considerados criminales. Sus espacios estaban reducidos a bares y discotecas que funcionaban en la clandestinidad, lo cual generaba las condiciones para la criminalización y persecución de la comunidad sexodiversa, pues: “Si verdaderamente hay que dejar un espacio a las sexualidades ilegítimas,, que se vayan con su escándalo a otra parte: allí donde se les pueda reinscribir, si no en los circuitos de producción, al menos en los de ganancia…” (M. Foucault.1976)

En este sentido me encontré en las revistas una lista de discos y bares de ambiente en la ciudad que gozaban de popularidad y eran relativamente seguros. Recordemos algunos: Anex, El 7, Mambo Café, Bigotes, Le Barón, Studio84, Embassy, Cervecería La Comadreja y Rififi, la mayoría ubicados en Chacaito y Sabana Grande, la zona rosa caraqueña por excelencia. Otros hacia el Este de la ciudad. Sin embargo, estos locales se veian constantemente amenazados y allanados por cuerpos policiales que llevaban a cabo redadas que ellos mismos llamaban “operación mariposa” y cuyo objetivo era la captura de transexuales y hombres homosexuales para ser llevados a una de los lugares más terribles en los que puede estar un ser humano: una colonia correccional, que eran casi campos de concentración. Estos lugares eran recintos apartados concebidos como centros de trabajo agrícola con el fin de operar como modificadores de conducta por medio del trabajo forzado. Este sistema penintenciario fue creado al final de la dictadura gomecista (1937-1944) y reforzado durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1953-58), pero lo más curioso es que fue aplicado alegremente durante los “gloriosos” años de la “democracia”.

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Nuestro periódico. Identidad y sentido de pertenencia

Un elemento cohesionador, un espacio para el intercambio, para encontrarnos, para decirnos sin temor a ser golpeados o burlados, que somos homosexuales, así funcionó Entendido. Según las letras de sus lectores, fue: “ una acción de particular trascendencia (…) tanto para la sociedad gay de Venezuela…”5 “…el punto de partida para lograr la comunidad gay; tenemos que enriquecerlo, deberá tener partes médicas, filosóficas, políticas, artísticas, en fin, deberá presentar todos los matices de la persona gay. Deberá servirnos para destacar nuestros valores y hacernos sentir orgullosos de ellos”.

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El espacio constituyó una convocatoria feroz a la asunción de la condición homosexual en sociedad, mediante la salida del closet masiva para educar a la gente, pregonando que el “orgullo guei debe imponerse”. Es una iniciativa que abrió el camino a un sentido de pertenencia a algo que empezaba a reclamar espacios y visibilidad.

En próxima entrega continuaré la reflexión apoyada sobre las páginas de los números faltantes. Les recomiendo que la busquen y juzguen ustedes.

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1Entendido. p. 4. Nro 2. Agosto-Sept 1980.

2Ibídem. P. 6

3Ídem. p. 5

4Entendido. Nro 3. Editorial. Oct. 1980

5Entendido Nro 2. 1980. p.2

2 respuestas a “ENTENDIDO. Una revista gay en Venezuela [I]”

  1. Avatar de rhanielly pereira
    rhanielly pereira

    Hola, me gustaría saber que estuvo disponible en una revista digital o en línea. Es allí donde podemos encontrarlo.

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    1. Hola. No entiendo tu pregunta. ENTENDIDO fue una revista para la comunidad gay y se publicó solo el físico. Actualmente reposan casi todos los ejemplares en los archivos de la hemeroteca nacional, en Caracas.

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